Ya solo queda olvido.

Y me encorvo en la alargada sombra del recuerdo, sin más anhelo que el que deja tu pelo, sin mejor sabor que el que un día me diste.
No puedo olvidarte y lo intento, necio de mi aparto tu recuerdo pero apareces donde más temo, en mis sueños. Quiero sentir de nuevo lo que es tenerte, lo que es hablarte, o al menos...lo que es olvidarte. Pero no puedo, lo intento y no puedo, porque siempre estás ahí y siempre estarás ahí...y algo de mí quiere que estés, algo de mi aún te quiere.
Vivo y muero, subo y me derrumbo, me calmo y me atormento, me río y lloro por dentro. Tu eras mi horizonte, mi única luz. Eras mi destino y objetivo, ya no encuentro camino...ya solo queda olvido.